Painted from memory

When I was a kid I was always stumbling upon images of girls reading under a leafy tree, dozing or staring at life. It's been some time since I saw one, but I still keep some in my memory.

When I was a kid, the only family Easter tradition were choclate eggs. We spent some days in the summer house: my parents, brother, sister, cousins, uncles, aunts and my gramma. I don't recall the cold or the atrocius dampness of this time of year. I can just recall my gramma hiding chocolate eggs in the garden for us to look for, if it didn't rain. Neither I can recall an indigestion. That's memory: it only takes out for a walk the sweet, the color and the fun. The tummy ache has been totally erased from memory.

So Easter has come. Rainy, noisy. It calls for some chocolate eggs hide and seek at home. Tempting my memory and building up my daughters'.

Cuando era niña siempre me topaba con imágenes de chicas leyendo bajo un árbol, dormitando o contemplando la vida. Hace tiempo que no veo ninguna, pero mantengo algunas en la memoria.

Cuando era niña, la única tradición propia de Semana Santa en mi familia era la de los huevos de chocolate. Ibamos a pasar unos días a la casa de veraneo, mis padres, hermanos, primos, tíos y mi amama. No recuerdo el frío ni la atroz humedad típica de esta época del año. Tan sólo recuerdo que mi amama escondía huevos de chocolate por el jardín si no llovía y nosotros teníamos que encontrarlos. Tampoco recuerdo ningun empacho. La memoria es así, saca a pasear lo dulce, colorido y divertido. El dolor de tripas se ha borrado completamente.

Así que ha llegado la Semana Santa. Lluviosa, ruidosa. Tan sólo queda esconder unos cuantos huevos de chocolate por la casa. Tentando mi memoria y construyendo la de mis hijas.